Capitulos:
12345678910111213
1 - Yo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y la bondad de Cristo, yo que soy humilde en vuestra presencia, y osado cuando estoy ausente,*
2 - os ruego que cuando esté presente, no tenga que ser osado con algunos, que nos tienen como si anduviésemos según el mundo.
3 - Pues aunque vivimos en el mundo, no militamos según el mundo.
4 - Porque las armas de nuestra milicia no son mundanas, sino poderosas en Dios para destruir fortalezas,*
5 - para derribar argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y cautivar todo pensamiento en obediencia a Cristo.
6 - Estamos prontos a castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea completa.
7 - Miráis sólo la apariencia. Si alguno confía que es de Cristo, considere dentro de sí, que así como él es de Cristo, nosotros también somos de Cristo.*
8 - Porque aunque me gloríe aún un poco de nuestra autoridad, que el Señor nos dio para vuestra edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré.
9 - Para que no parezca que os quiero atemorizar por carta.
10 - Porque algunos dicen: "Sus cartas son graves y fuertes, pero su presencia corporal débil, y su palabra menospreciable".
11 - El tal piense esto, que así como somos en la palabra por carta estando ausentes, seremos también en hechos, estando presentes.
12 - Porque no osamos contarnos ni compararnos con algunos que se alaban a sí mismos. Ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.
13 - Pero nosotros no nos gloriaremos sin medida, sino conforme a la norma que Dios nos dio por medida, y que llega hasta vosotros.
14 - Porque no nos hemos extralimitado en gloriarnos, como si no hubiésemos de llegar hasta vosotros; porque fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo.*
15 - No nos gloriamos sin medida en trabajos ajenos. Pero esperamos que según crezca vuestra fe, seremos engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra norma;
16 - y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos de lo que ya estaba preparado.*
17 - Pero el que se gloría, gloríese en el Señor.*
18 - Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.